El cosmos ese infinito donde el paso de lo inorgánico a lo orgánico aloja el comienzo de la vida, es la referencia básica para iniciar mi trabajo.

La siguiente vivencia la encuentro bajo mis pies, cuando siento la tierra que también es la historia de la vida.

Construyo mi verdad sobre la apariencia, veo el mundo con ojo soñador obligándolo a lo insólito.

El barro es un mar sólido de vida acumulada de tiempo comprimido.

Mi interés fundamental esta en la naturaleza, a ella me refiero al trabajar la cerámica. Vivo en un país de paisajes extraordinarios, los Andes son mis montañas, también están presentes en mi obra la belleza y fragilidad de las selvas amazónicas, sus caudalosos y enormes ríos, sus magnificas lagunas, majestuosas cataratas y caídas de agua.

Por medio de texturas, raspados y superficies complejas quiero expresar mis sentimientos en relación con las imágenes que me han emocionado y acompañado tantos años, en mis encuentros con el paisaje y la vida.

Trato de transmitir ideas, experiencias y emociones, de crear un espacio, de hacer objetos que produzcan preguntas diferentes.

La arcilla tiene la capacidad de provocar significativos y profundos encuentros.